La privilegiada situación geográfica de La Isla de León en el litoral, hizo de ésta un lugar de asentamiento más o menos estable del hombre desde tiempos muy remotos. Esto originó la explotación de los recursos marinos sobre todo para las conservas y salas (garum). Esta industria conservera originó otra auxiliar: la Alfarera, necesaria para la fabricación de los envases (ánforas). Los Hornos fenicios y púnicos se exhiben en la rotonda del mismo nombre, constituye un conjunto excepcional en Occidente, tanto por el elevado número de estructuras productivas excavadas como por su estado de conservación. En ella se exhiben los restos de dos importantes talleres alfareros asociados a la ciudad de Gadir: el alfar tardo-púnico de Torre Alta y los hornos fenicios procedentes del Sector III de Camposoto.